Sinceramente creo no haber disfrutado tanto, de una noche de luna llena, como ésta. Se dio todo. Buenos recuerdos, buena música arriba de mi vehículo, ventanillas bajas para poder oír sin dificultad, buen frío, -6º , sí, bajo cero, diafanidad absoluta, obviamente yo estaba abajo, subido a un montículo de nieve donde instalé mi trípode. Desde allí realicé prácticamente todas estas tomas. Espero las disfruten tanto como yo.