Realmente esa fue la sensación que tuve cuando vi esa lenga con esos colores tan puros. Era como un árbol de Navidad adornado de una manera muy particular. Me gustó y realicé esta fotografía. Como siempre, tratando de usar diafragmas bien cerrados para que la profundidad de campo sea la correcta y así tener desde la primera ramita hasta la última en perfecto foco. Para ello, ustedes ya saben que deben usar trípodes para que las bajas velocidades no nos jueguen una mala pasada.