
En este blog encontrarán pensamientos, ensayos, poemas, pero fundamentalmente mucho, mucho sentimiento.
No soy escritor ni poeta, solo escribo lo que siento, lo que me hace latir más fuerte el corazón, lo que me genera alegrías y también tristezas, lo que me da vida y deseos.
Pero hay algo fundamental que quiero que sepan. Nada tienen que ver estos escritos con una realidad concreta, lo escrito está dedicado a la vida, al amor y no a un ser determinado, eso lo dejo librado a vuestra imaginación.
Lo que ustedes leerán aquí lo quiero dedicar y compartir con todos aquellos que tengan la sensibilidad de comprender estas simples palabras pensadas por una persona que no se ha preparado para esto, pero sí un día quiso visualizar el amor a través de la escritura.
Eduardo Pocai
Decirte que te amo es para mi como un orgasmo, yo sé que no debo decirte estas cosas, pero como fuiste lo más hermoso que tuve a mi lado como mujer, no me amilana decirlo. A vos ¿te molesta que te diga que te amo? Porque yo, al hacerlo, siento como palpitaciones. Siento que mi andar se vuelve más rápido, es como abrazarse con lo más amado de la creación, la vida misma. Es como ver pasar bandurrias al amanecer y pensar que uno, es una de ellas, que vamos a jugar, que nos divertiremos buscando donde estar, buscando el sitio ideal para disfrutar del vuelo y el día, y luego volver al nido para recibir el calor del grupo y así pasar la fría noche. Decirte que te amo es para mí como un orgasmo. leer todo
María Tereza era una chica humilde, de ojos color de almendra, como a mi me gustan, esos ojos que cuando brillan mirando a los tuyos parece que penetraran tu propio espíritu. Vivía en una casa de madera y zinc, de esas muy viejas, de cielorrasos muy altos, con galería de columnas de hierro fundido y baldosas de cemento coloreado, esas galerías abiertas que cuando llovía con viento entraba agua hasta en las piezas y no alcanzaban los trapos para lograr que no se mojara la madera vieja de los pisos. leer todo